EDUCACIÓN

Final, final: el paro de maestros no va más

Se levanta el cese indefinido de actividades, nueve millones de niños vuelven a clases.

7 de mayo de 2015
| Foto: Daniel Reina

La pugna que desde hace dos semanas mantenían Fecode y el Ministerio de Educación llegó a una conciliación este jueves. Tras seis días de diálogos en la Defensoría del Pueblo, el sindicato anunció la suspensión del paro que fue noticia nacional durante las últimas dos semanas. Esta decisión permite que los nueve millones de estudiantes que quedaron en medio del pulso puedan regresar a clase desde mañana.


La ministra Gina Parody se comprometió a cumplir ocho puntos que convencieron a Fecode de ceder. “Tras un análisis y debate del contenido, los directivos de los sindicatos regionales confirmaron que lo consignado en el acuerdo responde a los puntos del pliego de peticiones”, explicó el sindicato en el comunicado que anunció la suspensión del paro.

El incremento salarial fue el tema más espinoso de las jornadas y se pactó finalmente en un 12 por ciento, pese a que en un principio los maestros exigían un 28 por ciento que después se redujo al 16. Eso sí, este aumento se concretará gradualmente en cuatro años y costará cerca de 30.000 millones de pesos al año. El sindicato reiteró que no le satisface este porcentaje y por eso “en dos años, la federación y el gobierno se sentarán nuevamente para retomar la discusión y establecer el alcance del correspondiente tope”.

El otro tema que tenía a las partes enfrentadas fue la evaluación docente. El primer acercamiento lo dio el ministerio en la noche del martes cuando propuso una prueba diferente a la escrita, que se centraría en el desempeño del maestro en las clases y que sería realizada por pares. Es decir, otros profesores. “Proponemos hacer una evaluación que capture y observe la calidad de los docentes en el aula, eso implica que toda la evaluación miraría cómo es la práctica del docente”, explicó Parody.

En el preacuerdo que discutieron Fecode y el ministerio, la evaluación como criterio de ascenso se mantiene aunque se vaya a revisar con la intención de que se convierta en un diagnóstico formativo “que impacte aún más la calidad”, según explicó la cartera de Educación. El sindicato añadió en una publicación que “la evaluación de competencias desaparecería definitivamente” y en su reemplazo se establecería un mecanismo para que los docentes puedan ascender. Cabe recordar que hace un año el gobierno ya se había comprometido con los profesores a la construcción conjunta de un modelo de evaluación. 

Además, los docentes que se ubican en el grado 14 del escalafón, el más alto, obtendrán una bonificación anual como reconocimiento a su labor. “Vamos a transformar la sociedad a través de la educación, queremos que los maestros sean los mejores pagos”, sostuvo Parody al finalizar la quinta ronda de negociaciones.

En cuanto al tema de salud, el acuerdo se limitó a que “el ministerio acompañará y estará pendiente para que las licitaciones que se realicen sean transparentes y se acabe con la mafia en el sistema de salud de nuestros docentes”. Justamente, Fecode anunció que “cambiaría el sistema de selección de las entidades prestadoras del servicio médico-asistencial, de manera que se controle y aseguren los términos para su prestación”.

Los avances en estos diálogos fueron calificados por la ministra como “un motivo de felicidad porque nos permite a nosotros caminar por la senda de una Colombia más educada, que es lo que busca el presidente Santos. Esperamos que todo esto contribuya hacia la calidad de la educación”.

Sinsabores

En las redes sociales ha pisado fuerte un sentimiento de rechazo hacia Fecode por lo pactado con el gobierno. Maestros pertenecientes al estatuto 1278, que aplica para quienes entraron al magisterio después del 2002, aseguran que lo negociado no tiene ningún beneficio para ellos. Además se están reclamando que las garantías para la política educativa de jornada única, como el transporte escolar y la alimentación, no están claras en el acuerdo. Sobre la mesa tampoco está el 7,5 por ciento del PIB para la educación que, como reclamaba el sindicato, se había acordado en una negociación anterior.